Xóchitl y las firmas del frente opositor: el enemigo en casa
José Luis Camacho Acevedo.
En su muy campechano estilo de lanzar críticas a sus aliados de una forma pésimamente tratando de ser soslayada, pero con una narrativa de sospecha más que de acusación, Xóchitl Gálvez ha lanzado su primera descalificación a los métodos del Frente Opositor para elegir al quien lo represente como candidato presidencial en los comicios del venidero 2024.
A la política hidalguense se le hace “raro” que los cambios en la plataforma del Frente Opositor estén permitiendo que sus competidores, Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes y Silvano Aureoles hayan superado el umbral de las firmas de apoyo que se requieren para pasar a la siguiente etapa del proceso.
Xóchitl se extrañó de que esos competidores, ”a los que nunca ha visto buscando el apoyo de la gente”, se conviertan de la noche a la mañana en serios competidores de su ambición política.
Viejo lobo de mar, Ricardo Monreal ya olfateó la debilidad que Xóchitl representa para el Frente Opositor.
Monreal, tras las declaraciones de Gálvez, dijo en su gira por Nuevo León:
“A diferencia de los candidatos del bloque opositor, que señalan irregularidades en su proceso interno, los aspirantes de Morena a la Coordinación de la Defensa de la Cuarta Transformación permanecerán unidos, pues es más fuerte su sentimiento por transformar al país.
…ninguno se irá y vamos a terminar juntos y contentos, porque vamos a refrendar, en 2024, la victoria del movimiento, que eso es lo que más mueve en este momento”.
Dijo que, a diferencia de la contienda interna del bloque opositor, en el proceso que se lleva a cabo en el movimiento “no vemos mano negra ni mano blanca ni ningún tipo de manos. Nosotros queremos salir bien en el proceso”.
Monreal, doctor en derecho, exhortó a los aspirantes a la Coordinación de los comités para la Defensa de la Cuarta Transformación a cuidar el final del proceso y evitar que las pasiones se desborden.”
Un claro mensaje del zacatecano para Alejandro Moren0, Marko Cortés y Jesús Zambrano.
El enemigo de su alianza lo pueden tener en casa.