En el marco del #8M el Ipas LAC reitera la importancia de sensibilizar acerca del aborto seguro

* Debe ser abordado como un tema de salud, de autonomía, dignidad y de derechos humanos.
* Alzamos la voz para que ninguna niña, mujer o persona con capacidad de gestar sea obligada a ser madre. Forzar la maternidad es una forma de violencia.
CDMX 4 de marzo de 2025.- Bajo el lema “Hoy y siempre, juntas para adelante”, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Ipas Latinoamérica y el Caribe (Ipas LAC) se expresa una vez más a favor del aborto seguro dijo Mara Zaragoza, subdirectora de Fortalecimiento de este último organismo .
Subrayó que cuando a las mujeres y personas con capacidad de gestar se les niega la posibilidad de elegir sobre su propio cuerpo, también se les niegan sus derechos humanos; porque cuando se habla de derechos, se habla de vidas reales.
“En el contexto actual, a nivel regional, el avance en la despenalización del aborto debe reflejarse también en la erradicación del estigma y la discriminación hacia quienes ejercen este derecho y hacia quienes les acompañan, así como en la disponibilidad de opciones para hacer realidad este derecho”.
Por ello -dijo- la mejora de las políticas de salud sexual y reproductiva es una de las demandas más urgentes para visibilizar este 8M.
“Eliminar el aborto del Código Penal no obliga a nadie a interrumpir un embarazo y es un paso necesario e importante en una sociedad democrática. Se trata del reconocimiento de los derechos de las demás personas, de garantizar el acceso a servicios de salud reproductiva y de que se aseguren las mejores condiciones para que las mujeres, niñas, adolescentes y otras personas gestantes no pongan en riesgo su vida al querer acceder a un aborto”.
También señaló que El acceso al aborto seguro, para todas las personas que no desean o no pueden continuar un embarazo, representa un alto a la perpetuación de violencias machistas y patriarcales, al racismo, a la discriminación y a todas las estructuras que vulneran a las poblaciones más precarizadas, que son también quienes enfrentan más dificultades para acceder a un aborto seguro: personas migrantes y en otros contextos de movilidad, racializadas, infancias y juventudes, personas diversas con identidades y géneros disidentes, trabajadoras sexuales, entre otras.