Violencia que no para ¿Estamos ante un estado fallido entregado al crimen organizado?
José Luis Camacho Acevedo
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que ya se está haciendo la investigación sobre los hechos ocurridos el pasado viernes en el municipio de Texcaltitlán, Estado de México, donde un tiroteo entre pobladores e integrantes de un grupo criminal dejó 14 muertos. “Ya se está haciendo la investigación”.
Cada vez que ocurre un nuevo acto de intimidación de violencia del crimen organizado contra una pasmada e inerme ciudadanía, la respuesta del gobierno es la misma: “Estamos investigando”.
Y el resultado de esa promesa de investigación sigue siendo eso, una mera promesa, porque la violencia del crimen organizado no es detenida por el aparato gubernamental y la sociedad reacciona, en ocasiones, de manera temeraria y crea las llamadas defensas ciudadanas.
El gobierno mexiquense, que encabeza la maestra Delfina Gómez, pero que en realidad maneja abiertamente el secretario de gobierno Horacio Duarte Olivares, no es el caso único de la agresión del crimen organizado contra los ciudadanos. El trágico evento de Texcaltitlán es paradigmático por las dimensiones poblacionales y económicas del Estado de México, pero en la misma circunstancia viven miles de habitantes de Michoacán Zacatecas, Jalisco, Baja California, Guanajuato, por mencionar algunas de las entidades que TReasarch Internacional de Carlos Penna califica como las violentas del país en sus mediciones.
Estamos a las puertas de ser manifiestamente un estado fallido.
Veamos cómo definen a un estado fallido los más importantes centros de estudios sobre el tema.
El prestigiado portal ContraPeso.info apunta:
“Por lo general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político, y económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica.
Una consecuencia natural del poder y la testarudez. El poder embrutece y a más poder más idioteces cometerá el poderoso. Sí, el poder enloquece en proporción al que se tenga. Produce miopía política, terquedad extrema, obsesiones, mundos virtuales.”
¿Ya la 4T está dentro de esos parámetros?
EN TIEMPO REAL
1.- Salomón Chertorivski, precandidato de Movimiento Ciudadano a la jefatura de gobierno de la CDMX, denunció a Clara Brugada y a Santiago Taboada por estar incurriendo en actos anticipados de campaña. El precandidato de MC a la Jefatura de Gobierno de la CDMX presentó dos denuncias ante el INE y los señaló de querer ‘ganar a la mala’ a sus contrincantes
En una conferencia realizada en las cercanías del Instituto Nacional Electoral (INE) en la alcaldía Tlalpan, Salomón Chertorivski, precandidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, anunció la presentación de dos denuncias ante el INE contra sus contrincantes virtuales para las elecciones de 2024.
2.- Una vez que fue recobrado con vida el hijo de la diputada Marga López Pérez, que había sido secuestrado hace unos días, se sumaron a una protesta en contra de la ineficacia del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, las también diputadas Brenda Fraga y Luz García. La protesta iniciará una serie de reclamos en toda la entidad que sigue asolada por el crimen organizado.
3.- Tal como lo informa Vanguardia, el diario líder en Coahuila, el gobernador Manolo Jiménez realizó nuevos nombramientos. Entre los nombramientos destacan el doctor Eliud Felipe Aguirre Vázquez, como secretario de Salud, quien llega en sustitución del cirujano Roberto Bernal Gómez; Eliud era subsecretario de Salud y antes se desempeñó como titular de la Jurisdicción Sanitaria número 8 en Saltillo. Se ratificó en el puesto a la coordinadora Regional del Centro de Identificación Humana (CRIC), Yezka Garza, mientras que María Teresa Araiza estará en la Procuraduría para los Niños, Niñas y Familia (Pronnif), en donde había estado hace dos sexenios.
