La defensa de la Constitución y del Poder Judicial

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Santiago López Acosta

Hemos expresado en este espacio en múltiples ocasiones que la defensa de la democracia en México se encuentra en última y definitiva instancia en las estructuras del Poder Judicial, particularmente el federal, a través de los Juzgados de Distrito, los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y especialmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación (la Corte), con los instrumentos que señala la Constitución para hacer valer los derechos humanos y de todo tipo, y violaciones a los mismos por autoridades y particulares, como los son el Amparo, el Juicio para la Protección de derechos político electorales, las Controversias y Acciones de Inconstitucionalidad, principalmente.

Ante los excesos y abusos de los otros poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, los ciudadanos y las estructuras de la oposición han hecho y están haciendo valer los mecanismos mencionados, para defenderse y al mismo tiempo para defender la vigencia de la Constitución, que la misma Carta Magna establece les corresponde resolver a los Juzgados, Tribunales y a la Corte.

Ante el necesario protagonismo del Poder Judicial, por ser el último dique de contención ante las embestidas autoritarias, al estar resolviendo las impugnaciones que de manera evidente y hasta flagrante, violentan el orden constitucional, Jueces, Magistrados y ministros de la Corte, están siendo objeto de todo tipo de insultos, ataques y hasta amenazas.

Propuestas como la elección popular de los jueces, magistrados y ministros o la de “obradorizar” al poder judicial, lo que signifique o quiso decir el diputado de Morena que lo planteo en la tribuna de la Comisión Permanente, son solo pretextos para seguir atacando a ese poder, pues todas ellas requieren reformas constitucionales, y el oficialismo no tiene actualmente, los votos necesarios para ello, además de que lo único que buscan es llamar la atención del gran decisor de las candidaturas del oficialismo para el próximo año.

No se tiene registro en la historia del país de los ataques que está padeciendo el poder judicial por parte de los otros dos poderes federales y de algunos de los gobiernos estatales alineados con Morena. Lo más paradójico del caso es que todos ellos protestaron respetar y hacer respetar la Constitución al asumir el cargo, cumplirla y hacerla cumplir por todos los gobernados; pero con qué cara pueden solicitar y exigir eso, si son, en algunos casos los primeros violentadores del orden constitucional y legal.

Este domingo 28 de mayo miles de ciudadanos salieron a las calles y una gran concentración en el Zócalo de la Ciudad de México y en más de 35 ciudades del país a demandar “La Corte no se Toca”, “Independencia Judicial”, “La Ley si es la Ley”, “Norma Piña no estás sola”, entre otras consignas, todas ellas en defensa de la Constitución y del Poder Judicial. Sin templetes, sin oradores, sin ningún protagonismo personal de nadie, pero si de la sociedad en su conjunto.

Que los ciudadanos salgan a la calle para defender al principal y ultimo defensor de la Constitución no tiene precedente, un poder que solo está cumpliendo sus funciones y responsabilidades constitucionales y legales, y quedara como un capítulo de nuestro devenir histórico- político, que se suma a las enormes movilizaciones del 13 de noviembre y 26 de febrero pasados.

Otra de las tácticas de ataque del Ejecutivo y del Legislativo consiste en identificar al máximo tribunal con la oposición, aunque ésta solo está cumpliendo con sus atribuciones constitucionales, la coyuntura obliga a subrayar la importancia de la división de Poderes y a identificar lo que implican reacciones propagandistas a verdaderas decisiones republicanas.

Lo que ha hecho el poder judicial es tener un papel protagónico en la salvaguarda de nuestros derechos, de la justicia y la democracia en la imparcialidad de sus fallos y de cara a la sociedad. La independencia y autonomía de los jueces, magistrados y ministros de la Corte son sin duda, las piedras angulares para garantizar la separación de poderes y los equilibrios democráticos.

Es muy importante conocer a los integrantes de la Corte, su trayectoria profesional y como llegaron a ella, porque son los defensores últimos de nuestros derechos y encargados de limpiar las rutas de la ley y su entendimiento, que a veces se convierten en un camino de difícil tránsito.

Para ello es relevante que se baje al nivel de la ciudadanía lo que hacen, con un leguaje asequible para todos y que una resolución de alto rigor técnico jurídico pueda ser entendida por cualquiera. En ese sentido se han dirigido acciones de la ministra presidenta y otros ministros, para tratar de traducir al lenguaje ciudadano lo que es una controversia o acción de inconstitucionalidad, un amparo y cualquier otra actuación jurisdiccional, como lo es el micrositio de la Corte donde se explica de forma muy clara y didáctica lo que está pasando con las impugnadas reformas político-electorales de este año.

La Corte es el último bastión de contrapeso cuando los otros dos poderes se exceden, por ello es tan relevante su salvaguarda y resistencia a no actuar bajo la sombra de otro poder, que es lo que ha alimentado la confrontación que vemos ahora, pero debe quedar muy claro que ha sido unilateral, pues la Corte no ha respondido a las provocaciones y se ha enfocado a realizar su trabajo. En ese sentido ha sido también la posición de jueces y magistrados, y así continuarán, aguantando todos los embates que seguramente se mantendrán, esperando y deseando que no pasen a mayores consecuencias.

El llamado de la ciudadanía a ministras, ministros e integrantes del poder judicial que se ha manifestado es, resistan, no están solos.

 

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