La crisis de Movimiento Ciudadano

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Tiempos políticos

Santiago López Acosta

Desde su fundación cuando obtiene su registro legal en agosto de 1999 como Convergencia por la Democracia, luego concretado en solo Convergencia y transformado en Movimiento Ciudadano (MC) en 2011, el partido fundado y todavía encabezado por el senador Dante Delgado Ranauro parece encaminado a la peor crisis de su historia.

Con altibajos, pero con un saldo de crecimiento sostenido las últimas elecciones, sobre todo con la obtención de las gubernaturas de Jalisco y Nuevo León y un buen número de alcaldías importantes en el país, les ha permitido manifestar un entusiasmo un tanto desmedido, de que lo mantendrán en el corto y mediano plazo.

El gran dilema al que se enfrentan hace algunas semanas y particularmente los últimos días es si se incorporan a la alianza opositora del Frente Amplio por México (FAM) o van solos a la cita electoral de 2024, conformándose dos grandes bloques al interior del partido, el primero encabezado por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el segundo por el dirigente nacional, Dante Delgado, respectivamente.

El anuncio del gobernador de Jalisco del martes 22 de agosto dejó en entredicho el proyecto que dirige Delgado, fue directo y con clara dedicatoria: “Yo ya no tengo interés en participar en un proyecto que no entiendo, donde todo se decide de manera unilateral”.

Hace unos días el cónclave de MC pareció reabrir la puerta del diálogo pese a las posiciones opuestas de las dos principales cabezas del partido, además del gobernador de Nuevo León, Samuel García, y los coordinadores de este partido en el Senado y en la Cámara de Diputados, Clemente Castañeda y Jorge Álvarez Máynez, respectivamente, se buscaba perfilar la decisión de participar sin aliados en el proceso 2023-2024, o contender en una alianza con partidos de oposición. Pero la determinación no llegó, prevaleció la indefinición. La posición infranqueable de Delgado, respecto de “ir solos” –en 2024–, detonó la revuelta interna del llamado Grupo Jalisco, integrado por 12 diputados federales, dos senadores, además de 16 legisladores locales y 57 alcaldes de esa entidad.

Hace meses que Alfaro expresó su inquietud por el escenario de la contienda federal del próximo año, en el cual el oficialismo de Morena se ubica arriba en las preferencias por la carrera presidencial, pese a la alianza entre el PAN, PRD y PRI, por lo cual planteó que se debían escuchar los llamados de los dirigentes de esos partidos para tener la posibilidad real de alcanzar la presidencia de la república.

Según cálculos internos, MC tiene entre 7 y 8% de la intención de voto en la elección presidencial, por lo que un sector de este partido, el de Jalisco, insiste en coaligarse con el bloque opositor. La posición de este grupo tiene que ver también con su circunstancia local, donde ven complicado retener la gubernatura y sus principales alcaldías y diputaciones si compiten solos frente a Morena y sus aliados, por lo que la posibilidad de coaligarse con el mismo es la alternativa.

MC de Jalisco representa por lo menos un tercio de la membresía del partido a nivel nacional, esto es cerca de 100 mil de los más de 284 mil que integran el padrón de este, que además tiene cuerpo y estructura electoral.

El mismo día Alfaro expresó: “No quiero pelear ni disputar nada, que ellos (la dirigencia de MC) tomen sus decisiones y que tengan suerte”, renunciando a cualquier candidatura y añadió que MC “corre el riesgo de aislarse y de mandar un mensaje equivocado y tomar decisiones con base en información poco creíble; lo único que están generando es que este proyecto nacional no tenga rumbo claro y no tenga propósitos compartidos, y yo no quiero ser parte de eso”.

El miércoles 23  se difundió en redes sociales y en algunos medios de comunicación una carta emitida por el Grupo Jalisco, firmada por 87 funcionarios y legisladores de Jalisco, en la misiva publican su completo respaldo a Enrique Alfaro; expresan que el proyecto formado por mujeres y hombres libres “no le pertenece nadie”, pues es de la sociedad jalisciense y, por ello, afirmaron, dicho movimiento político “seguirá caminando con quien se comprometa a respetar y cuidar los intereses” de su estado.

En respuesta, Delgado dijo que el documento de respaldo a Alfaro representa “el más puro estilo de la vieja política”, denunció que pusieron las firmas de los autores sin haberlos enterado del mismo y de que “están siendo objeto de chantajes y amenazas”.

Entre los dimes y diretes, Alfaro y su grupo manifiestan su simpatía y respaldo por Xóchilt Gálvez para que sea la candidata de la oposición y las especulaciones sobre las verdaderas intenciones de Delgado en su postura de ir solos en el 24, la prospectiva, si se mantienen las respectivas posiciones, no es nada halagüeña, pues significaría una ruptura que puede ser determinante para su futuro inmediato.

En ese escenario la estructura de MC de Jalisco se puede trasladar a los partidos del FAM, principalmente hacia el PAN y tener posibilidades de conservar el Estado y sus principales posiciones, mientras que la franquicia partidaria la conservaría la dirigencia nacional, postulando su candidato propio, y la proyección de alcanzar entre el 7 el 8 % de la votación nacional se podría reducir a menos de la mitad, lo cual pondría en serio riesgo conservar el registro como partido político nacional, donde se requiere al menos el 3% de la votación total.

De ese tamaño y trascendencia serán las decisiones que se tomarán en MC en las próximas semanas y meses, no tendremos que esperar mucho para saberlo.

 

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