COVID-19: A cinco años de distancia, ¿estamos preparados?

Casos Covid19

Observatorio Ciudadano

Alfredo Sainez*

Ayer se cumplieron cinco años de haberse declarado que el coronavirus, causante del COVID-19, pasara de ser una epidemia a una pandemia por la multiplicación del número de casos afectados. Circunstancia que cambió el paradigma de las relaciones humanas, es decir, del móvil de los deseo a las necesidades; además de los patrones tradicionales y pautas de comportamiento, que se vieron reflejados en la adopción de nuevos hábitos, usos, costumbres y modismos, transformando el carácter de los pueblos e individuos al “normalizarse” el uso de las redes sociales y nuevas aplicaciones para realizar nuestras actividades laborales, profesionales, académicas, místicas y cotidianas en distintos ámbitos de la vida pública; e incluso, en de nuestra vida privada con las amistades y familiares al mantener la imperiosa necesidad de “la sana distancia” para evitar el contagio del COVID-19, que es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus descubierto y desconocido antes de que se manifestara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

En este contexto y a cinco años de distancia de haberse presentado el COVID-19 en el mundo, caben las siguientes reflexiones: ¿estamos preparados para hacerle frente a una pandemia similar o peor que COVID-19?, ¿qué hemos aprendido de las lecciones de esta historia? Realmente, ¿se ha realizado una evaluación expos para medir el impacto del COVID-19 en los distintos ámbitos y sectores de la economía? Esta última pregunta pudiera ser ociosa, pero no lo es, en virtud de que “lo que no se mide, no se puede mejorar”, como diría Peter Drucker.

Las innovaciones tecnocientíficas han generado transiciones de los leguajes oral, escritural y digital, e impactado en la forma en que interactuamos y comunicamos las personas en la sociedad. La comunicación virtual, a través de las diversas redes sociales se acentúo en el orbe, luego de que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 11 de marzo de 2020, declarara que el coronavirus causante del COVID 19 pasó de ser una epidemia a una pandemia por la multiplicación del número de casos en más de 100 países afectados.

Con la ponderación de la salud −por encima de otros derechos humanos− se tomaron diversas medidas para combatir esta nueva enfermedad, que proyectó un escenario de incertidumbre que, a cinco años de distancia, impide vislumbrar la magnitud de los daños en la educación y trabajo; así como en los sectores primarios, secundarios y terciarios de la economía; sin embargo, se observó la estabilización de la virtualidad mediante uso de artefactos tecnológicos. Muestra de ello, es el Congreso del Estado de Guanajuato que priorizó la seguridad y salud de las personas servidoras públicas, a través de protocolos preventivos; de tal manera, que como institución parlamentaria trabajó de forma virtual llevando a cabo sus funciones y labores legislativas bajo esta nueva modalidad a “distancia”, tanto en la celebración de las sesiones del Pleno como para la elaboración de dictámenes en comisiones y análisis de las iniciativas de ley en mesas de trabajo. Fundamentalmente, armonizando las distintas leyes orgánicas de los poderes ejecutivo, legislativo, judicial y de los ayuntamientos de los municipios de nuestra entidad con el propósito de adecuar la legislación a la realidad de nuestro tiempo.

Quienes también adecuaron a la realidad de nuestro tiempo, de manera preventiva, ante los embates de amenazas “vacilantes” y constantes del presidente Donald Trump, fueron las y los diputados federales que aprobaron con 327 votos a favor y 116 en contra la reforma del segundo párrafo del artículo 19 y las adiciones de los párrafos segundo y tercero al artículo 40 de la Constitución federal que introducen el “delito de terrorismo” en el catálogo de delitos que amerita prisión preventiva oficiosa con la pena más severa al tráfico ilegal de armas; y que “El pueblo de México, bajo ninguna circunstancia, aceptará intervenciones, intromisiones o cualquier otro acto desde el extranjero, que sea lesivo de la integridad, independencia y soberanía de la Nación …”.  Ahora ha pasado a las legislaturas estatales y a la Ciudad de México para sus efectos constitucionales.

Alfredo Sainez

*Doctorado en Pedagogía por el Colegio de Estudios de Postgrado del Bajío (CEPOB); Maestría en Innovación y Gestión Pedagógica por el CEPOB; Maestría en Administración Pública por el INAP-México; Maestría en Derecho Parlamentario por la Benemérita Universidad de Oaxaca (BUO); Especialidad en Derecho Parlamentario y Técnica Legislativa por la BUO; Máster en Los Retos del Constitucionalismo en el Siglo XXI en la Universidad de Barcelona; Asesor Experto en Conocimiento, Ciencia y Ciudadanía en la Sociedad de la Información en el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona; Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Catedrático de la División de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato. Correo electrónico: alfredosainez@gmail.com

 

 

* Instituto de Investigaciones Legislativas

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