Un homicidio dos consecuencias inmediatas
Un análisis multidisciplinario de aproximación a propósito de #CarlosManzo
Gabriel Regino
El artero asesin4to del entonces Presidente Municipal de #Uruapan, reconfiguró la conversación pública en un nivel que es conveniente estudiar por los efectos producidos en el espacio mediático.
Antes del lamentable evento, uno de los casos que no había dejado de estar presente en el debate, eran los actos de corrupción atribuidos al actual Senador Adán Augusto López ya no solo por el tema de “La Barredora” sino por las operaciones patrimoniales irregulares que se fueron publicando en los días previos al magnicidio.
Su posición política se debilitaba día a día así como el de su grupo político cercano. Otros temas como el huachicol fiscal tenían una presencia secundaria en la agenda nacional.
El ominoso hecho de la muerte de #CarlosManzo catapultó el caso a nivel internacional, logrando una atención que pocos fenómenos sociales han tenido en los últimos años. Para que tuviera ligar lo anterior intervinieron factores como el propio personaje, admirado por su valentía y forma de liderazgo, su respaldo social, el momento simbólico y lugar donde ocurrió el atentado y las reacciones que se generaron principalmente en redes sociales.
Los partidarios del oficialismo estaban descolocados: la indignación superó cualquier declaración oficial, máxime que ésta última fue tardía y posterior a la del Gobierno de los Estados Unidos de América. Conforme al paso de las horas, la comunicación había sepultado cualquier tema relacionado con Adán Augusto: Todo eran videos del hecho, del asesino, del edil en sus discursos, bailando, reclamando, etc. Se conoció la existencia del “Movimiento del Sombrero”
El Gobierno Federal se achicó ante la reacción popular. Comenzaron marchas en Uruapan y Morelia, actos de violencia en su ciudad natal y en Apatzingán. Los reclamos arreciaron una vez terminadas las festividades de día de muertos e iniciada la semana laboral. La presión mediática comenzó a apuntar a una eliminación política y medios llegaron a cuestionar a un legislador federal sobre su participación en el homicidio.
Fue en la mayor cresta de dinámica en redes y medios, cuando ocurrió el confuso hecho de un acoso a la Presidenta que, sin protección alguna, fue acosada por un individuo que ni siquiera fue detenido en el momento de la reprochable acción. Entonces, el trending topic se modificó para posicionarse este último y se intentó generar una ola hacía la legislación contra el acoso, la cual naufragó a las pocas horas de lanzada.
Hacia el fin de semana, las quejas y reclamos del funeral de #CarlosManzo la llegada de su esposa Grecia a sustituirlo en las funciones, la evidente falta de seguridad del occiso, volvieron a encender el debate y las redes. Se unió una segunda consecuencia: un homicidio funcional al ser eliminado un potencial adversario político para el oficialismo, quien pretendía contender por la Gubernatura de Michoacán, siendo el mejor posicionado electoralmente.
Se ha convocado a una marcha para el 15 de Noviembre a nivel nacional en repudio al citado magnicidio, mientras que medios de comunicación y redes afines al gobierno, comienzan a publicar que el desaparecido era “un personaje de la derecha que se reunía con otros de derecha” criminalizando a la víctima y deslizando la idea de que lo mataron por ser opositor al regimen, por ser un facho. Flaco favor hacen en una fallida defensa gubernamental.
El más beneficiado sin duda alguna, ha sido el Senador Tabasqueño, quien ha comenzado a respirar con tranquilidad.
No cabe duda que la muerte de unos, es la suerte de otros.
