Tiempo y espacio de las mujeres
Observatorio Ciudadano
Alfredo Sainez*
Las dimensiones de tiempo y espacio son cantidades relativas, es decir, inseparables; donde hay tiempo hay espacio, y viceversa, reza la Teoría de la Relatividad Especial que Alberto Einstein dio a conocer en 1905. A 119 años de distancia, vivimos el tiempo y espacio de las mujeres que con su férrea lucha en el constante devenir de la historia se han “abierto camino al andar” en ese espacio-tiempo en diversos ámbitos; así lo confirman la política y el nuevo estilo personal de gobernar que habrán de imprimir como primeras mandatarias en sus administraciones públicas regidas por las prioridades de los temas en sus agendas políticas, tanto la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo como la presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo y, presumiblemente, Kamala Harris como la primera presidenta de los Estados Unidos, según lo proyectan las últimas encuestas y tendencias electorales, que la favorecen y aventaja a Donald Trump a cinco semanas de las elecciones.
Uno de los grandes temas comunes de estas administraciones públicas es el problema de la migración −sin menoscabo de la economía, comercio e inversiones− que se ha visualizado desde diversas perspectivas, que van del análisis de sus múltiples causas (pobreza, desempleo, falta de oportunidades, bajos salarios, crisis económicas y políticas, inseguridad, causas estructurales, vecindad y cercanía con Estados Unidos) hasta consecuencias. La migración, que podríamos definirla de manera llana como el desplazamiento de una persona o grupo de personas de un lugar a otro, constituye un fenómeno global de los nuevos tiempos que debe atenderse no sólo de manera particular o aislada por cada gobierno municipal o estatal como Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Zacatecas que son entidades federativas expulsoras de migrantes, sino analizarlo de manera conjunta con el gobierno federal –en su justa dimensión– con la emigración que viene de los países de Centroamérica y latinoamericanos para conocer la magnitud del problema que permita formular, implementar, ejecutar y supervisar políticas públicas transnacionales, de manera efectiva y eficiente, entre los distintos gobiernos de las naciones del mundo; y, no sólo actuar de manera reactiva rumbo a las elecciones por la presidencia de los Estados Unidos, a celebrarse el próximo 5 de noviembre de 2024, en virtud de que se ha utilizado como tema de campaña a la par de la seguridad nacional por el país vecino del norte.
Actualmente, el flujo de migrantes hacia los Estados Unidos ha aumentado; así lo denotan las aprehensiones y deportaciones de indocumentados. No obstante, las causas de la migración están en ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y México; y, entre México y los países de Centro América y Latinoamérica. Por estas circunstancias, este fenómeno debe analizarse no sólo como un problema de un solo gobierno, sino como un problema global entre los gobiernos de las distintas naciones y subnacionales. Ante esta situación resulta imperioso:
- Contar con centros de estudios e institutos de investigación, en materia de migración, tanto en Estados Unidos como en México, que brinden información para formular políticas públicas que brinden soluciones a las causas y consecuencias que provoca la migración; así como los problemas que se deriven al respecto;
- Promover una campa promocional de toda la normatividad jurídica bilingüe de cada país receptor de migrantes, que regule la situación de sus derechos humanos por parte de los gobiernos municipales, estatales y federal de nuestro país; así como, de los gobiernos de otras naciones que son expulsores de migrantes; con el firme propósito de que los migrantes conozcan y comprenden sus derechos y, consecuentemente, defiendan su dignidad e integridad y dejen de ser víctimas de explotaciones y discriminaciones; y,
- Elaborar una política pública conjunta a cargo de las autoridades en los tres niveles de gobierno, encaminada a la defensa de los derechos de los migrantes; que tenga como soporte el sistema diplomático y consular mexicano, que incluya patronatos y Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s); así como elaborar un censo aprovechando las casas –como “Casas Guanajuato” –, a fin de sensibilizar y crear conciencia plena en los migrantes sobre sus derechos y obligaciones.
En suma, resulta imprescindible no “engancharse” en los temas de la coyuntura electoral estadounidense y diseñar políticas públicas transnacionales que impulsen y promuevan proyectos de coinversión entre los distintos gobiernos y establecer acuerdos no sólo con Estados Unidos, sino con los países centroamericanos y latinoamericanos. Así mismo, el gobierno mexicano debe impulsar una política migratoria con Estados Unidos, pero con una visión regional e integral; establecer mecanismos de coordinación intersecretarial entre los poderes públicos, gobiernos, academia, asociaciones civiles, migrantes y sus familias, acompañado de un marco legal para esa coordinación; una reforma legislativa a fondo; impulsar el desarrollo local participativo y sustentable, e, institucionalizar la participación en el manejo de los recursos y construir oportunidades de localidad a localidad, entre otros planteamientos.
Por el momento, en estos tres meses que restan de año, la atención de las administraciones públicas se centrará en la política hacendaria, fundamentalmente, en el presupuesto de ingresos y egresos para el ejercicio fiscal del año 2025, en virtud de que la eficacia y eficiencia de las políticas públicas no sólo depende de las racionalidades lingüísticas y lógico formales o viabilidad jurídica, sino de la viabilidades económicas y presupuestarias, o, dicho de otra manera, de la racionalidad pragmática económica.
En este contexto, la administración de Sheinbaum no tendrá ningún problema para que las cámaras del Congreso de la Unión aprueben la Ley de Ingresos y examinen, discutan y aprueben el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal del próximo año, en virtud de que cuenta con la correlación de fuerzas políticas que le permitirán construir coaliciones legislativas y lograr la mayoría absoluta en ambas cámaras.
Alfredo Sainez *
Doctorado en Pedagogía por el Colegio de Estudios de Postgrado del Bajío (CEPOB); Maestría en Innovación y Gestión Pedagógica por el CEPOB; Maestría en Administración Pública por el INAP-México; Maestría en Derecho Parlamentario por la Benemérita Universidad de Oaxaca (BUO); Especialidad en Derecho Parlamentario y Técnica Legislativa por la BUO; Máster en Los Retos del Constitucionalismo en el Siglo XXI en la Universidad de Barcelona; Asesor Experto en Conocimiento, Ciencia y Ciudadanía en la Sociedad de la Información por el Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona; Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Catedrático de la División de Derecho, Política y Gobierno de la Universidad de Guanajuato. Correo electrónico: alfredosainez@gmail.com