Solo y pronombres demostrativos
La semana pasada, medios de varios países publicaron la noticia de que la Real Academia Española echaba para abajo la supresión de la tilde (acento gráfico) del adverbio sólo y de los pronombres demostrativos (ése, éste, aquél con sus femeninos y plurales). Sin embargo, nunca fue así. Hubo una mala interpretación, un cabeceo de la nota inadecuado y otros medios retomaron la noticia con el sentido trastocado.
Dejo de lado la falsa idea de que la RAE es la normativa del idioma (eso es tarea de todas las Academias de la Lengua). Los académicos españoles estrictamente acordaron proponer una nueva redacción en este tema en el Diccionario panhispánico de dudas (DPD), próximo a aparecer en nueva edición. Sin embargo, esa nueva redacción no modifica la norma, sino que «la hace más clara».
Desde que se publicó la norma que recomienda dejar la tilde en la palabra solo cuando está en calidad de adverbio (con significado de únicamente; cuando es adjetivo se refiere a sin compañía), surgió incomodidad. También es prudente destacar que quienes han protestado son algunos de los que se dedican a escribir; el grueso de la población no se interesa en estos aspectos. Buena parte de los académicos (no solo en la Academia Española) son escritores y muchos no estuvieron de acuerdo con la medida consensuada por las 23 academias (entre las que está la Mexicana).
En la redacción actual se sostiene que la tilde es optativa si hubiere ambigüedad (diversas interpretaciones). Como el caso es poco frecuente, la norma actual recomienda recurrir a un sinónimo cuando haya duda de la intención. Ejemplifico, consideremos el siguiente enunciado: «Vine solo a saludarte». En efecto, la oración podría referirse a «Vengo únicamente a saludarte» o «Vine sin acompañantes a saludarte». En la primera alternativa, la recomendación es aplicar la tilde: «Vine sólo a verte»; pero en el segundo, sin tilde.
Lo destacable es cuestionarse si toda la población es capaz de interpretar la sutileza de la tilde. Los escritores por supuesto que lo distinguen (y en algunos casos tengo mis dudas), pero para el resto de la población no hay esa claridad. De ahí que la norma recomiende recurrir a sinónimos.
Días después de la noticia mal titulada (porque el cuerpo del texto mantenía de idea de solo plantear una redacción más comprensible), la RAE debió insistir que nada cambia se mantiene la recomendación de no acentuar gráficamente la palabra solo como adverbio.
El boletín de la RAE sostiene «En el caso del adverbio sólo es obligatorio escribirlo sin tilde en contextos en los que su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad. Será optativo en contextos en los que, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad».
Ahora, respecto de los pronombres demostrativos (ese, este y aquel), que desde la Ortografía de 2010 no es obligatorio el acento gráfico, también me parece una norma muy prudente. El acento diacrítico aplica para diferenciar vocablos que se escriben igual (en este caso, el pronombre y el adjetivo, ambos demostrativos: ése/ese). Francamente, en estos casos es muy remota la confusión. Es muy claro cuando alguien enuncia: «De las dos, me llevo esta»; frente a «De las dos, me llevo esta rodillera». El primer caso es pronombre y la norma dice que es optativo tildarla; el segundo es adjetivo y jamás se tildaría.
Sin embargo, en grueso de la población no hay claridad en la clasificación gramatical. Por ello es más probable cometer error ortográfico con la norma anterior que obligaba la tilde. Entonces, concluyo, es mucho más adecuado la norma actual de no tildar los pronombres demostrativos.