Requiere México una legislación sobre el uso de la IA en materia electoral: magistrado Felipe Fuentes Barrera
CDMX 27 de noviembre de 2024.- La inteligencia artificial (IA) es una herramienta poderosa que, usada correctamente, puede llevar a la administración de justicia a un nivel extraordinario, afirmó el magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Felipe Alfredo Fuentes Barrera, quien destacó la necesidad de que México tenga una legislación en la materia que permita enfrentar los retos que plantea su empleo en las elecciones.
Su exposición la hizo al participar en la mesa “Los retos de la inteligencia artificial en el ámbito jurisdiccional” durante el segundo día de trabajos del Encuentro Nacional de Magistraturas Electorales 2024 Ciudadanía, inclusión e inteligencia artificial”.
Dijo queó algunas ventajas que tiene el uso de esa herramienta concebida como un sistema informático que simula el pensamiento y razonamiento humanos al resolver problemas de manera autónoma a través de la programación de modelos matemáticos.
Mencionó que la inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la eficacia y precisión de las elecciones porque permite llegar a los votantes de manera directa con una comunicación personalizada y adaptada a las preferencias y comportamientos individuales. Además, puede ser útil para identificar anomalías en los datos electorales, reforzar el voto informado mediante el desarrollo de plataformas y aplicaciones interactivas que fomenten la participación y la toma de decisión del electorado.
Los chatbots, añadió, pueden proporcionar información en tiempo real sobre las plataformas de candidatos y los procedimientos de votación generando un proceso electoral más accesible y transparente en apoyo de la autoridad encargada de organizar los comicios.
Fuentes Barrera citó ejemplos del buen uso de la inteligencia artificial como la gestión del registro de votantes, la asignación de centros de votación y la logística del proceso electoral. Estas aplicaciones, consideró, pueden generar ahorros en insumos y en recursos materiales y humanos.
Al hablar ante magistradas y magistrados electorales federales y locales, expresó que la inteligencia artificial puede reforzar la seguridad electoral en contra de las ciberamenazas, y garantizar la resistencia de la infraestructura electoral detectando anomalías y actividades fraudulentas.
Sin embargo, dijo, también hay riesgos como la manipulación de los sistemas de inteligencia artificial para generar datos inexactos, producir y difundir noticias falsas y desinformación, así como la alteración de audios, vídeos o imágenes aparentemente reales pero que tienden a engañar a los votantes y minar la confianza en el proceso electoral.
Los contenidos manipulados buscan desestabilizar los procesos democráticos y en general la integridad electoral, alertó el magistrado de la Sala Superior quien refirió algunos casos a nivel internacional del uso de inteligencia artificial para distorsionar el diálogo político mediante comentarios engañosos o narrativas falsas que se valen de bots para hacerlos virales.
Fuentes Barrera advirtió que desde la perspectiva de la justicia electoral se enfrentan diversos retos, por ejemplo, definir cómo se valorarán las pruebas tratándose de inteligencia artificial, cómo se definirán derechos de propiedad y cómo se fincarán responsabilidades, entre otros.
Por ello, señaló que los tribunales deben prepararse para contribuir a la democracia y a la jurisdicción, para lo cual se requiere una legislación eficaz respecto a buenas prácticas y a la ética, y tomar en cuenta lo que ya hay en el derecho comparado. Sin embargo, al referir un caso ocurrido en Colombia, aclaró que no se puede sustituir al juez natural a través del uso de estas herramientas.
Dijo que se debe asegurar que quien utilice la inteligencia artificial en los procesos electorales, garantice la transparencia y rendición de cuentas porque los algoritmos pueden manipularse para favorecer a determinados candidatos o partidos.
Agregó que ante un escenario de cambio imprevisible y más rápido que las respuestas, los tribunales deben ajustarse a la velocidad de esa transformación.
Informó que en el TEPJF ya se emplean algunas herramientas de la inteligencia artificial, como es el caso de “Alfonsina”, un asistente virtual que en su primera etapa de desarrollo ya permite buscar sentencias, criterios y jurisprudencia.