Otras tres ejecuciones en Celaya
Celaya, Gto. 27 de agosto de 2024.- La noche de este martes tres personas fueron ejecutadas en dos hechos distintos por diferentes rumbos con diferencias de solo minutos, sin que los delincuentes hayan sido atrapados pese a la vigilancia de la Guardia Nacional y el Ejército.
Estas víctimas se suman a las otras cinco que se localizaron por la mañana, en una vecindad de la calle Jiménez en el barrio de San Antonio.
Cerca de las 20.00 horas, fue reportado que entre unas parcelas localizadas frente a la calle Altamirano, en la comunidad de La Machuca, habían matado a una persona.
La víctima fue identificada como Carlos “N”, al que le apodaban “El Blanco” y a quien minutos antes lo vieron caminar entre las parcelas para, al parecer revisar el riego, cuando un sujeto que ya lo seguía, esperó a que se detuviera y le hizo varios disparos, para luego darse a la fuga.
Los elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, que ahora suplen a la policía preventiva de manera indefinida, respondieron al llamado de los vecinos y confirmaron que el cuerpo de la víctima se encontraba sangrante, entre los surcos de las parcelas, pero sin vida.
FAMILIARES ACRIBILLADOS
Apenas los peritos de la Fiscalía General del Estado terminaban sus labores de concentración de evidencias para la integración de la carpeta de investigación, cuando se recibió otro reporte sobre un ataque a balazos contra una mujer y un hombre, al parecer madre e hijo, que caminaban sobre la banqueta.
Este ataque se registró cerca de las 21:30 horas, cuando vecinos reportaron que escucharon unos ocho disparos que hicieron sujetos que viajaban en una moto y que, al tenerlos cerca, los atacaron sin darles tiempo de nada.
El hombre joven cayó sobre la banqueta en un charco de sangre, mientras la mujer sobre un bloque de piedra y la cara en la tierra de la calle; a un lado sus pertenencias en una mochila y una bolsa estampada.
Los vecinos reportaron el suceso a las autoridades, y a los pocos minutos llegaron elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, para confirmar aviso, y tener constancia de que ninguna de las dos víctimas tenía vida.
Se ordenó la colocación del perímetro donde trabajarían los peritos de la Fiscalía, para posteriormente embalarlos y enviarlos al Semefo para practicarles las autopsias correspondientes.
