Números y su enunciación

Los números suelen ser enunciados de forma no recomendada por la Ortografía académica. Hay confusión respecto de cuándo presentar cifras y cuándo vocablo; cómo agrupar las cifras; cuando usar un signo diferente a número (coma o punto); si son letras, cuándo en una sola palabra y cuándo en varias; cuándo usar los números de orden (ordinales) y los partitivos (fraccionarios); cómo combinar letras en las cifras de orden.
La dificultad de escribir los números, a mi juicio, se debe a que se trata de abstracciones. Es decir, aunque parecen palabras comunes (porque los usamos con mucha normalidad), en realidad son conceptos. Y un concepto es una forma más elaborada de pensamiento. Me explico.
Uno ve un árbol en un parque y se forma una imagen de él. Sin embargo, si una persona pide que se le describa ese árbol en específico, se crea un concepto. La persona solicitante, como no lo ve, debe discriminar, descartar, todas las alternativas mentales que conoce de los árboles para acercarse a imaginar el que le interesa. Y ese proceso lo hará mediante nuestra descripción. Por tanto, esta debe ser objetiva, precisa, clara para aproximar el concepto que forme en su mente a la realidad. Esto es lo que caracteriza el uso de números.
Los números existen para cuantificar objetos. Pero cuando simplemente decimos la palabra dos, sin una referencia concreta a qué medimos, entonces estamos obligando a quien escucha a conceptuar y tratar de referir esa cantidad al contexto de la charla o tema. Cuando se hacen operaciones, por ejemplo, la persona conceptúa porque es un proceso por encima de la realidad (físicas sobre papel o mentalmente). Conceptuar es una operación abstracta, va más allá de la realidad.
Por eso, cuando se enuncia una cantidad acompañada de lo cuantificado y el lector no hará ningún proceso mental de conceptualización (únicamente se entera) es mejor palabras. La Ortografía (el libro de las Academias) recomienda vocablos cuando no hay operaciones: «Necesito veinte sillas para la fiesta». Pero si alguien debe sumar, entonces es mejor cifras o dígitos (para facilitar el proceso mental): «Necesito 20 sillas para el salón principal; otras 10 para cada uno de los 5 salones aledaños». Si la cifra es larga con palabras, por practicidad se recomiendan dígitos: «Hay 232 pollos en el envío». La recomendación es con palabras hasta treinta (insisto, si no se va hacer operaciones) y a partir de la siguiente cifra en dígitos para hacerlo práctico: 31.
Para facilitar la comprensión de las cantidades cuando están integradas por muchos dígitos, se agrupan los números de tres en tres. Caso excepcional si se trata de un entero de cuatro cifras. En este último caso, se recomienda todo de corrido, como en los años: 2025. Pero si el monto se representa con más dígitos, se deben agrupar de tres en tres y se deja un espacio (jamás usar coma o punto; en el extremo izquierdo puede quedar par o un dígito aislado): 25 025.
Continuaré la siguiente semana.