Lo que sucede en la Antártida también afecta a México: universitarias

- Nuestro país tiene que suscribir el Tratado Antártico, expuso Patricia Valdespino Castillo
• Muestras de agua, producto del deshielo de los glaciares, se estudian para conocer los microorganismos, señaló Ana Cecilia Espinosa García
CDMX 28 de marzo de 2025.- México debe sumarse a la investigación científica en la Antártida, un laboratorio único frente al cambio climático. El nuestro es el único país latinoamericano de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos que no ha suscrito el Tratado Antártico, mientras 11 naciones de la región ya lo hicieron, advirtió Patricia Valdespino Castillo, profesora de la Escuela Nacional de Ciencias de la Tierra de la UNAM.
Al participar en la mesa redonda “Ártico y Antártida: experiencias en los glaciares”, realizada en el auditorio Yelizcalli de la Facultad de Ciencias, como parte del evento “Día Mundial del Agua 2025: Los glaciares y los volúmenes disponibles de agua para la humanidad y la naturaleza”, consideró que esta zona ofrece oportunidades sin precedente para la investigación, pues la ciencia es la puerta de entrada a ella.
El Tratado, abundó, es un acuerdo internacional que la establece como una reserva natural para la paz y la ciencia. Se firmó en Washington en 1959 por 12 naciones que habían efectuado actividades científicas en ese espacio y entró en vigor en 1961.
Actualmente, 58 países forman parte del acuerdo, y 7 tienen reclamos territoriales: Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido. Los 58 integrantes sostienen reuniones consultivas y un protocolo medioambiental con un tribunal permanente de arbitraje.
En el evento moderado por Marisa Mazari Hiriart, coordinadora del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones, dijo que existe un punto de Acuerdo en la Cámara de Senadores, emitido en marzo de 2023, para que México suscriba el Tratado Antártico.
Lo que sucede en la Antártida nos afecta en México, pues debido al calentamiento se esperan futuros escenarios de inundación e intrusión salina en algunas regiones del país, afectando las costas de Veracruz y especialmente la Península de Yucatán; Campeche, Tabasco y Quintana Roo, apuntó.
La especialista alertó que la Antártida marítima y peninsular son las zonas con más altas tasas de calentamiento, y citó que en 2020 hubo una temperatura récord que alcanzó los 18.3 grados Celsius. “La ciencia antártica nos ayuda a entender, prevenir y mitigar las consecuencias del cambio climático”.
Explicó que estudiaron microorganismos antárticos (de los que llevaron muestras a laboratorios de la UNAM) así como sus metabolismos extraordinarios para entender cómo responden los ecosistemas al cambio ambiental.
En tanto, Ana Cecilia Espinosa García, técnica académica del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, adscrito al Instituto de Ecología de la UNAM, narró su experiencia al recolectar muestras de agua proveniente del deshielo de los glaciares.
“Contiene bacterias, cianobacterias, algas, hongos y virus, entre otros, ocultos en los tapetes microbianos, comunidades biológicas formadas por microorganismos que crecen en la superficie de rocas, suelos y sedimentos”, detalló.
Los tapetes microbianos, refirió, son ecosistemas que se desarrollan en zonas de contacto entre el medio acuático y el terrestre, y se organizan en capas de acuerdo con sus capacidades metabólicas. Son la forma más temprana en la Tierra de la que existe evidencia fósil. A partir de estas muestras, las científicas realizaron estudios de genómica microbiana de sistemas de deshielo antártico.
Entre los ejemplos de biociencia antártica para el progreso sustentable destacan las celdas fotovoltaicas a partir de pigmentos de bacterias y algas, bacterias que remedian suelos contaminados con hidrocarburos y estudios de estrés térmico e hídrico de microbios y plantas para buscar cultivos más resistentes.