Chispitas de lenguaje jueves

En el planeta solo hay diez lenguas importantes por la cantidad de hablantes, uso comercial o extensión territorial. De ellas, las cinco lenguas nativas con mayor número de hablantes son el chino con 939 millones; español, 485; inglés, 380; hindi, 345; y francés con 80.8. Sin embargo, a estos hablantes se suman los que tienen estos idiomas como segunda lengua, con uso comercial o que en el país de residencia hay otro idioma oficial (como las comunidades que mantienen los vocablos de sus ancestros): inglés, 1456 millones; chino, 1138; hindi 609.5; español 559.1 y francés 309.8. Por número de países que tienen como oficial alguna de estas lenguas, de nuevo la estadística se reacomoda: 58 naciones tienen el inglés por lengua oficial, 29 el francés, 25 el árabe y 22 el español. Es decir, que nuestro idioma se mantiene siempre entre las primeras cinco lenguas del mundo.

En occidente, las lenguas verdaderamente significativas son el inglés y el español. En América solo 8 de 35 países tiene una lengua distinta al español. A pesar de este dato, en todos ellos hay grandes comunidades hispanohablantes. Estados Unidos es un caso singular, hay 63.7 millones de personas que hablan español. En muchos casos, a los hispanos en sus trabajos en EE. UU. les prohíben hablar o atender a clientes en español. No obstante, en su comunidad mantienen el idioma. También hay hispanohablantes en el norte de África (Sahara occidental, Guinea Ecuatorial y Marruecos), en Belice y en algunas zonas del Medio Oriente, especialmente en comunidades sefardíes (judíos orientales de ascendencia española, llegados ahí después de 1492).

No obstante la extensión, la unidad del español es incuestionable. Con pequeñas diferencias, una persona de Tierra de Fuego (zona austral de Chile) se entiende perfectamente con un hispanohablante de Los Ángeles. Los obstáculos pueden limitarse a la pronunciación, el ritmo y algunos giros locales, salvables con sinónimos, nuevas expresiones, vocalización o un hablar más pausado.

El inglés, por ejemplo, tiene una gramática y fonética caprichosa. Por eso, cuando dos personas se encuentran, de inmediato deben deletrear sus nombres, porque pueden escribirse de muchas formas. La cantante norteamericana Mariah Carey, en sus inicios, debió publicar un desplegado para dar a conocer cómo debía pronunciarse su nombre. Aun así, hay anglohablantes que no entienden a otros anglohablantes.

El chino mandarín tampoco escapa a esta falta de unidad. Si dos personas de diferente región se encuentran, en ocasiones deben recurrir a la escritura para saber lo que el otro intenta decir. Eso se debe a que el chino es una lengua ideográfica. Es decir que su escritura representa ideas mediante figuras, lo que da unidad lingüística, pero no así lo hablado porque un mismo objeto bien podría tener un sonido diametralmente distinto.

Algunos especialistas suponen que el español, alcanzará en este siglo mayor relevancia que el inglés. China, la economía más creciente, busca adaptarse al español, en vez de esperar que los hispanohablantes se adapten al chino. Actualmente, el español es la tercera lengua más estudiada del planeta. Solo con español podemos recorrer el mundo.

sorianovalencia@hotmail.com

 

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