El miedo a Xóchitl
Columna Diario de Campo
Luis Miguel Rionda (*)
En fechas recientes ha arreciado la andanada de ataques desde el oficialismo hacia la coordinadora de la construcción del Frente Amplio por México (FAM), Xóchitl Gálvez (XG). No se desprecia ningún recurso para tundirle y descalificarla, ante la desangelada y soporífera campaña de su rival de enfrente. Cuando la prestigiada revista Etcétera, de Marco Levario Turcott, evidenció que el trabajo de titulación de XG como ingeniera, bajo la modalidad de “experiencia profesional” ¾ojo: no es una tesis con pretensiones teóricas o analíticas, sino descriptivas¾, contenía materiales que no fueron adecuadamente referenciados a sus fuentes, XG reconoció de inmediato su error y se puso a disposición del Comité de Ética de la UNAM para enfrentar las consecuencias (https://t.ly/o8xCw).
Por otra parte, mi admirado maestro Guillermo Sheridan, un auténtico adalid de la deontología académica, atacó de nuevo y evidenció que la tesis de grado de 1988 de la aspirante oficialista ¾esa sí con pretensiones científicas: licenciatura en Física¾ tradujo elementos de un texto de grado de la UPrinceton, presentada un año antes, sin hacer las referencias adecuadas (https:// t.ly/IujhO). En este caso la inculpada ha negado su responsabilidad en este evidente “plagio de mosaico”, que consiste en fusilarse texto, ideas y fórmulas, y sólo mencionar la fuente de manera tangencial.
Es claro que la aspirante del FAM está en el foco de la atención presidencial y de los adictos a la inescrutable 4T. Le han negado su calidad de indígena, un derecho de autoadscripción que garantiza el artículo 2 de la constitución. Le han esculcado ilegalmente las cuentas personales y de sus empresas. Le rebatieron que haya vendido gelatinas para costearse su educación. La acusaron de haberse beneficiado de su paso por la alcaldía Miguel Hidalgo con la llamada “casa rosada”. En fin, todo en ella les parece despreciable y denunciable.
XG se ha convertido en un pararrayos para los resentimientos de los pseudo izquierdistas, hoy adictos al poder. Y aguanta vara. Pero aguanta sola. Los partidos políticos del FAM están desaparecidos de sus giras de trabajo por el país. No le han construido un equipo de campaña eficaz que le ayude con el discurso, con la estrategia, con la contención necesaria de los embates del discurso de odio social que se proyecta todos los días desde el Palacio Nacional. Y no se raja la mujer…
Desgraciadamente ese discurso rencoroso cae con frecuencia en terreno propicio. La pobreza y la desesperanza, que no han sido atendidos de fondo por esta administración, conducen a que muchos confundan las dádivas de dinero público con la voluntad magnánima del tlatoani. El gran enemigo de la democracia es el hambre, y ante ello sólo queda ser solidarios, pero responsables, como Xóchitl. El gasto excesivo que se anuncia para el año próximo para paliar el malestar y colectar votos cooptados, puede ser una bomba de tiempo que nos regrese a las crisis sexenales. Estas han sido las auténticas fábricas de pobres.
Ojalá los PP del FAM se olviden un poco del reparto ingrato de posiciones electorales, y recuerden que tienen un deber superior con el país: recatarlo de la hecatombe inminente. Esto sólo será alcanzable con la revitalización de su alianza con la sociedad organizada.
(*) Antropólogo social. Profesor de la Universidad de Guanajuato, Campus León.