DE UNA VERGÜENZA AUTENTICA: EL ESCANDALO POR LA LLAMADA “MINISTRA BURRA”

Licenciado José Carlos Guerra Aguilera, descanse en paz.
JOSÉ CARLOS GUERRA AGUILERA
Descanse en paz
1.- Jamás habría pensado, en otro tiempo, que un ciudadano, ciertamente no tan común y menos tan corriente, se hubiera atrevido a denominar como “burra” a una ministra de la Corte, de lo que era el Poder, que ya no lo es, Judicial de la Federación.
2.- El señor Salinas Pliego, hizo público su descalificativo y quizás insultó a la que se autodenomina “ministra del pueblo”. (Revista Proceso, 3 de marzo de 2025) Bueno, todos los del partido que se denomina Morena se dicen emergidos del pueblo. El diputado Monreal dice haber escrito un libro denominado “Constitución del pueblo de México”. El senador Fernández Noroña dice ser pueblo.
3.- Y uno de los pocos grandes constitucionalistas vivos, Don (con mayúscula) Elisur Arteaga, guerrerense valiente, acaba de publicar un ensayo de antología: (Revista Siempre!, 20 de Marzo de 2025) denominado: “Una ministra burra en la Corte”, algo insólito, impensado hace años. Escribió irónicamente, como si la defendiera, en otras cosas lo siguiente:
“La señora Lenia Batres, al no tener cuatro patas, cola y orejas grandes, es evidente que no es burra, tomado el término en su acepción literal. Eso es absolutamente cierto, a pesar de que en no pocas caricaturas se le haga aparecer con las características que son propias de ese cuadrúpedo.
Si con lo que afirmó el señor Salinas Pliego quiso significar que la señora Lenia Batres no sabe derecho, ella tiene a su favor una presunción en contrario: posee un título que la acredita como licenciada en derecho y, aunque éste haya sido expedido por una universidad calificada de patito –a mi no me consta–, debemos partir del supuesto de que en su expedición hubo de por medio el control de calidad que la Ley exige. (…)
La señora Batres sí sabe leer y escribir, por ello el señor Salinas Pliego no tiene razón para calificarla de burra. Ciertamente, cuando se aparta de los textos que redactan sus secretarios de estudio y cuenta y le da por improvisar dice tontería tras tontería. Pero ese es otro asunto. De eso no tiene la culpa ella; la tuvieron quienes la hicieron comadre: AMLO, que la incluyó en la terna y el Senado que, en obediencia de las instrucciones recibidas, la eligió.
Es evidente que desde hace algún tiempo existe un diferendo entre la ministra Batres y el señor Salinas Pliego y que eso llevó a los abogados de éste a recusarla, con el fin de que se abstuviera de conocer los asuntos que se ventilan en la Corte y que tienen relación con las empresas en las que él es accionista. (…)
Dada la naturaleza del enfrentamiento que existe entre el empresario y la señora ministra, lo elemental era que ella, por sí, se excusará de conocer de los negocios en que el empresario tiene intereses; no lo hizo, por ello la Sala a la que pertenece la señora Batres tuvo que hacerlo en su lugar: declaró que ella estaba impedida para conocer y opinar de los amparos en los que él y las empresas que representa están inmersos.
La ministra del pueblo, al error de no excusarse, agregó una descortesía hacía sus colegas y un daño al pueblo, al que dice servir. El error de ella fue no excusarse (…)
Al señor Salinas Pliego salió bien librado del trance: quedó a salvo de oír los calificativos e improperios que la señora Batres conoce y domina, (…)
Visto todo lo anterior, resulta evidente que la ministra del pueblo y candidata en campaña para conservar el sitial que ahora ocupa en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, reúne todos los requisitos que, según los estándares de calidad de Morena, se requieren para ocupar ese alto puesto:
Al parecer no tiene noción de lo que es Derecho, pero sí sabe leer los documentos que le redactan sus secretarios de estudio y cuenta; lo que ya es una ventaja. (…)
Insisto: para todos los efectos legales a que haya lugar, niego rotundamente que la ministra del pueblo, la señora doña Lenia Batres Guadarrama sea burra, no lo es anatómica ni intelectualmente. No está en lo cierto don Ricardo Salinas Pliego que lo afirma, por lo que espero que se retracte de su dicho.
Esperemos que, de resultar electa, en los años que le quedan en la Corte, la señora Batres aprenda algo Derecho y el oficio de juzgar, que implica, entre otras cosas, ser imparcial y objetivo.”
4.- En su ensayo periodístico, hay verdades auténticas, gigantescas y solo destaco el hecho de que junto con la llamada Ministra plagiaria, la señora del pueblo ahora Ministra de apellido Batres, pretende -y puede serlo- ser Presidenta de la Corte Nacional. Ojalá jamás lo sea. Pero puede serlo porque sin elección ya se le menciona.
5.- No dudo que pueda serlo, ya que pueden comprarse voluntades en el día de la elección, así como hay acarreados, de vez en cuando, en el Zócalo, Y con esas “voluntades”, ante una elección que se antoja costosísima y de la mayor abstención, misma que señor el morenista Fernández Noroña indica que será una gran aportación de México al Mundo, lo que es un total absurdo. Pero estamos en el siglo XXI en un México moderno, nos guste o no. Bravo Elisur.