DE DON MIGUEL…

JOSE CARLOS GUERRA AGUILERA

¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él (…)”

“(…) lo coronaste de gloria y dignidad, (…)”

Salmo 8, Sagrada Biblia

1.- Esta tarde mi esposa me enseño un predica sobre el salmo 8, y volví a repetir:¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él coronaste al hombre de gloria y dignidad. Caray que regalo: la dignidad.

2.- Y en la dignidad están los verdaderos cimientos de los Derechos Humanos, que tanto defendió Miguel Concha Malo.

3.- Lo admire hace años, lo conocí y lo traté algo, no suficiente para aprender de él. Por eso coincido con la expresión: “Con dolor compartimos que hoy dejó este plano terrenal un sembrador de esperanzas, un guía que compartió con quien estuvo cerca su cariño, conocimientos y saberes. Buen camino y hasta pronto, nuestro querido Don Miguel Concha Malo.”

4.- Sacerdote de la Provincia de Santiago de la Orden de Predicadores en México. Creo el Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria”, fue un periodista vertical, ejemplar. Con gran rigor, analizó con objetividad los gobiernos de facto en Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador, Chile, Uruguay y Brasil. Documentó y denunció los múltiples abusos efectuados por los militares contra civiles. Con su pluma se ganó la frase de ser hermano de luchas y esperanzas.

5.- Diría hermano mayor, de luchas, en pro de los derechos fundamentales de los derechos inherentes al hombre por su dignidad, Doctor en Teología, Maestro universitario y brillante intelectual público inclinado a favor de la paz y la justicia social; el padre Concha Malo fue también un referente obligado en la lucha por la democratización del país y por la dignificación. Muy pocos como él. El legado de Miguel Concha Malo, en el terreno de la defensa y la construcción de una cultura de los derechos humanos en México es monumental. Nos deja en orfandad nuestro hermano mayor Don Miguel. Nos deja su ejemplo de valentía, de seriedad, sus lecciones, como surcos rectos, en restablecer el regalo divino: la dignidad. ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él (…)”