Checar, anglicismo admitido
El anglicismo checar invadió la vida cotidiana en español. Por la mañana, checamos el inicio de la jornada laboral; cuando revisamos algo, lo checamos (incluso he oído su uso en diminutivo: una *checadita); cuando vamos al médico a revisión, hacemos un chequeo y si algún aspecto es incongruente, pues no nos checa. Cuatro usos distintos. Abordemos el caso.
Checar llegó al español procedente del inglés. Es decir, se trata del verbo to check. Al Diccionario de la lengua española, DLE, se incorporó desde hace varias ediciones, por lo que es admisible su uso, pero como un mexicanismo (es decir, con bajo uso en otros países de habla hispana). El DLE recomienda chequear por encima de checar (con el mismo origen, pero más común en la mayoría de los países de habla hispana) y solo admite como válidos tres de los usos anteriormente descritos.
En el primero de los usos señalados —registro de ingreso y la salida de los trabajos— decimos: «Hoy chequé veinte minutos después de la hora de entrada y me regresaron». En el segundo, le damos el significado de verificación: «¿Me checas estas operaciones?». Por supuesto, si se verifica que una operación matemática esté bien, también las condiciones de salud: «Fui a mi chequeo médico». Por último, en México le otorgamos el sentido de congruencia: «No checa tu forma de vestir con tu manera de hablar»; o falta de coherencia: «El que fulano y zutano estén platicando cordialmente, no me checa, pues siempre se han llevado mal».
Evidentemente, en español registrar no es sinónimo de verificar, ni estos con la ausencia de coherencia. Pero en el idioma inglés, su intención es cercana. El verbo to check básicamente sirve en ese idioma para confirmar, certificar: “You must check your work more carfully” («Debes revisar tu trabajo con más cuidado» —to check, da sentido de verificar con detalle, acuciosamente—). Pero también se usa para confirmar el registro de alguien en un hotel (check in); o el registro de salida de algo en una bitácora (check out). Por ese mismo sentido, la falta de coherencia es algo que no podría certificarse o confirmarse. En último ejemplo del párrafo anterior, aunque el encuentro entre personas se dé en aparente cordialidad, no es posible confirmar, validar o certificar que esté aconteciendo así.
La connotación que damos en español al vocablo no es tan certera. Aunque un registro de ingreso en el trabajo confirma el inicio de actividades de alguien, no da certeza de que esté laborando. Tómese en consideración que una persona puede registrar la entrada de otra en los sistemas de tarjeta. El registro está, pero dista de ser verdadero. Por tanto, no se puede hablar de certeza, por el hecho de haber un registro. Ello significa que en español su sentido tiene un matiz diferente al inglés.
El último de los sentidos que asignamos al vocablo en México, aún no se suma a las acepciones del Diccionario, pero supongo que pronto se incorporará el último uso. La influencia de nuestra forma de hablar en el resto de hablantes es muy fuerte.