Policías, presas fáciles de matar en Guanajuato

Salvador CONTRERAS
Guanajuato, Gto., septiembre 20 de 2019.- La emboscada de ayer en la que asesinaron a cinco guardias de seguridad penitenciaria reafirmó una vez más que en el estado de Guanajuato los policías son presas muy fáciles de matar.
También confirmó que, salvo en casos muy contados, sus muertes quedan en el anonimato y, en la mayoría de los casos, en la impunidad.
Los boletines de prensa emitidos por la Fiscalía General del Estado (FGE) y la Secretaría de Gobierno no dieron a conocer los nombres de las víctimas y mucho menos el número de personas que dejan viudas, huérfanas o desamparadas.
El dolor que sufren esas familias nadie, absolutamente nadie, lo desea.
Las condolencias presentadas por los titulares del área de seguridad pública del estado son un machote de las expresadas en anteriores asesinatos de policías.
Sobre las indagatorias de la masacre de ayer, el fiscal general, Carlos Zamarripa Aguirre, repitió lo de siempre: “se han girado instrucciones para agilizar la investigación que lleve a identificar y detener a los responsables y presentarlos ante el juez para que enfrenten la justicia.”
Sobra por demás decir que ese es su trabajo en cualquier caso que se registre.
Por otra parte, en su boletín de prensa el secretario de gobierno, Luis Ernesto Ayala Torres, y el de seguridad pública, Alvar Cabeza de Vaca, expresaron que colaborarán con la fiscalía para integrar las indagatorias que permitan dar con el paradero y captura de los responsables, para que este hecho se castigue y no quede impune”.
¿Acaso no es su obligación hacerlo?
La ciudadanía en general se pregunta: ¿Hasta cuándo habrá seguridad en el estado? ¿Hasta cuándo se pondrá fin a tanto derramamiento de sangre?
Por cierto, el gobernador, Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, jamás habla ante la prensa de estos temas.