Morena continua sin redil y resultados; no hay visos de cambios

José Luis Camacho Acevedo

La ahora exlíder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky ha trabajado solamente para un grupo que le garantice sus intereses políticos y económicos, pero ahora que se define el futuro de Morena, el partido está en crisis.

Alfonso Ramírez Cuéllar, recién ratificado dirigente nacional de Morena por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dijo que auditará el manejo de las finanzas del partido durante el periodo en que Yeidckol Polevnsky estuvo al frente.

Luego de que Polevnsky acusara ayer que fue electo de manera ilegal, Ramírez Cuéllar también anunció que el Consejo Nacional será quien defina la reducción de sus prerrogativas.

En su primer día como presidente de Morena, en una conferencia de prensa en la sede nacional de ese partido diferente a donde despacha Polevnsky, Ramírez Cuéllar retomó también la agenda feminista y manifestó su respaldo al paro nacional de mujeres convocado para el próximo lunes 9 de marzo.

Sin embargo, Polevnsky señaló que el TEPJF está validando un conjunto de ilegalidades y atropello a los estatutos de Morena.

Polevnsky dice que en el Congreso Nacional votaron en contra de la elección de la dirigencia por encuesta, propuesta de López Obrador, también en contra de la renuncia a las prerrogativas del partido.

Según lo dicho en el pasado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador los estatutos de Morena contemplaban dos métodos de selección:

Uno sería la celebración de una asamblea nacional a la que serían convocados quienes estén acreditados como consejeros. O a través de una encuesta.

Esta última opción, la de la encuesta, es la que al parecer será la que Morena utilizará para elegir su nueva dirigencia.

Después del abrumador triunfo de López Obrador en las elecciones celebradas en julio de 2018, asumió la presidencia de Morena la muy controvertida Yeidckol Polevnsky, cuyo verdadero nombre es Citlali Camacho, y desde entonces el partido en el poder padeció de divisiones y rupturas tanto en las entidades federativas como en las bancada de las Cámaras de Diputados y Senadores.

Yeidckol solamente ha trabajado para un grupo que le garantice sus intereses políticos y econóMoren

En el 2021, habrá elecciones intermedias que renovarán la Cámara de Diputados, varios importantes congresos locales, decenas de alcaldías y doce gubernaturas.

Y ante ese reto formidable, Morena no cuenta actualmente con una estructura que le garantice repetir el triunfo logrado por López Obrador en el 2018.

Morena tendrá que optar por el método de selección de candidatos por la vía de las encuestas toda vez que Yeidckol no se ha preocupado por formar un verdadero partido político de alcance nacional.

Sin el nombre de AMLO en las boletas del 2021, Morena perderá votos como ocurrió en las pasadas elecciones de Puebla y Baja California.

Las señales indican que el favorito de la cátedra para ser el nuevo dirigente de Morena es el colimense Mario Delgado.

Bertha Luján no cuajó y Alejandro Rojas Diaz Durán ha realizado un trabajo agotador digno de mejor causa, pero tampoco se ha consolidado como un elemento con el respaldo suficiente entre la militancia.

Yeidckol destrozó a Morena con sus conocidas ambiciones.

Y quien la suceda como presidente nacional del partido tendrá que realizar un trabajo de recomposición de cuadros y de operación cicatriz con una sensibilidad y un oficio político que simplemente a Yeidckol no se la dado.

Y por su carácter obsesivo, ni se le dará.

Así está Morena, así continúa.

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