JOSE RAMON PALACIOS VARGAS
José Ramón Palacios Vargas.

Escribe: Nicolás Martínez Cerda
El maestro Ramón Palacios, el 7 de mayo del 2004 abandonó su morada corporal, regresando su alma iluminada al cielo astral, después de haber cumplido su misión, o sea sus obligaciones kármicas y quizá ha expresado: “voy ahora a recobrar mi reino de omnipresencia y a encontrarme con mi amado cósmico!”, con Dios.
Conocí al maestro Palacios, porque nos dio conferencias del Juicio de Amparo y los estudiantes guardábamos respeto por su enseñanza que transmitía, observando sus gestos, su voz tranquila, imponía un silencio solemne, no obstante que el aula Victor L. Treviño siempre estaba llena, y en esa misma aula por invitación de nosotros los estudiantes, nos brindó la conferencia en torno a los delitos políticos, especialmente los de disolución social (145 del CPF) era el año del 1968, los calificó de “ambifologicos conceptos”, carentes de tipicidad e inconstitucionales, no obstante que ejercía la función de Magistrado Federal, sirviendo a la ciencia penal liberal, y defendiendo la Soberanía Constitucional y a su patria. Frente a él, había profesores, abogados y estudiantes, todos delante de él, sentíamos una actitud de reverencia, de reconocimiento a su pensamiento liberal.
El pensador alemán GOETHE, consideró que sobre los grandes hombres deberían hablar los que fueran tan grandes como ellos, y en el caso del maestro J. Ramón Palacios, así se demostró, pues, en torno a “LAS FACULTADES EXTRAORDINARIAS DEL EJECUTIVO” el Profesor Mariano Jiménez Huerta, acota: “es J. Ramón Palacios uno de los juristas que con mayor pureza y menor concesión al oportunismo aplica y defiende los principios liberales que informan nuestro ordenamiento vigente y, en primer término, como es lógico, el orden Constitucional,…” atendiendo “a su innata condición de insobornable Juzgador”.
En relación con el libro: “La Suprema Corte Justicia y Las Leyes Inconstitucionales”, el maestro e investigador Doctor Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, nos dice: “Celebro por ello que J. Ramón Palacios, con su doble autoridad de Magistrado de la Justicia Federal y de perseverante investigador de amparo, sustente una tesis que coincide en línea de principio con mi propia convicción y cuyo triunfo solo argucias políticas y no consideraciones jurídicas podrán cerrarle el paso”.
Es admirable, continua el maestro investigador, que “haya tenido el valor Palacios de escribir el siguiente párrafo: “La literatura Jurídica que se afana con optimismo deshonesto por encumbrar nuestro amparo más allá de su verdadera estatura, ha causado daños incalculables, porque al explotar el nacionalismo evita el conocimiento científico de nuestras instituciones; su comparación con las similares de otros países y la adopción en México de medidas enérgicas que revivan los viejos prestigios del Juicio de Amparo” “pero siempre escribe animado por el noble deseo de que la justicia en México y, como remate de ella, el amparo rinda más y mejores frutos”.
En torno a su obra: “Las Instituciones de Amparo” son comentadas por el Doctor Héctor Fix Zamudio, destacando su aspecto procesal.
También el maestro constitucionalista Don Antonio Martínez Báez, quién expresara: “Le felicito a usted, por las numerosas observaciones que hace sobre el amparo contra las leyes, con un enfoque procesal general y el particular de la justicia constitucional. Dichas observaciones son siempre científicas contrastando con las diversas tesis llenas de empirismo sin sistema alguno, contradictorias entre sí, que se han venido formando alrededor de nuestro juicio de amparo…” “…la tarea emprendida por usted tendrá una gran trascendencia para la solución del importante problema de la eficaz labor de la justicia federal”.
El maestro Mariano Ruiz en “Mi opinión sobre los discursos de Palacios y Ceniceros”, afirma: “Los trabajos de Palacios y Ceniceros hacen meditar y son fuente de sugestiones. Constituyen un estimulante del pensamiento y de la conciencia jurídica”, “agitan el pensamiento, rompen la monotonía y; si se me permite la expresión, logran dinamizar la inercia”.
Además de las obras referidas y comentadas por juristas del más alto calibre intelectual, escribe “La Cosa Juzgada” en la biblioteca de su amigo Alberto Vásquez Del Mercado, que se ha considerado como obra clásica, y le siguen: “La Correlación entre la Acción y la Sentencia” editada por la UANL, “La Tentativa” por la UNAM, “El Cheque sin Fondos”, además de multitudes de artículos académicos que son calificados como monografías, como “La Defensa Jurídica del Federalismo”, publicado en la Revista de Derecho De la Universidad de Michoacán; “El Mito del Amparo” dedicado a Piero Calamandrei. Muchos trabajos académicos fueron publicados en el libro “Estudios Jurídicos” editados por la Universidad de Nuevo León, recopilados por Nicolás Martínez Cerda.
Estos fueron los méritos de J. Ramón Palacios V. para llegar a la Suprema Corte, en donde fue varios años Presidente de la Sala Civil, y en la alta dignidad del encargo, no alardea, ni discursea, pues conoce de sus merecimientos intelectuales y morales, pues precede una larga carrera judicial y autor de brillantes obras jurídicas, en fin, no llegó a la Corte por favores políticos, por lo que bien podríamos expresar:
“Salud, Señor Ministro que alcanzasteis lo que debe poseer el Juzgador, más allá de todo temor y de toda esperanza
Su discípulo:
NICOLAS MARTINEZ CERDA
Reynosa, Tamaulipas., a 5 de mayo del 2020.