Jeanine Añez igual que Calderón, un gobierno ilegitimo

José Luis Camacho Acevedo

Tal parece que el gobierno de facto de Bolivia está integrado por personas torpes e ignorantes, ya que en lugar de ir cerrando frentes y solucionando las diferencias de carácter político con México, prefiere abrirse nuevos, ahora con el gobierno de España, y agudizar los ya existentes con el retiro de diplomáticos.

Fanatismo religioso y estupidez política: son dos características evidentes del grupo que tomó el poder en Bolivia, y que representa en todo su esplendor la presidenta interina, Jeanine Áñez, quien en lugar de buscar la consolidación de su gobierno mediante el enfriamiento de los frentes que tiene abiertos, se dedica a crear y escalar conflictos.

Primero se dedicaron a hostigar durante varios días, a los habitantes de la embajada de México en Bolivia, incluso con el sobrevuelo de drones a fin de vigilar lo que ocurre al interior de la residencia oficial.

Lo cual fue denunciado a través de redes sociales hace unos días, por parte de la embajada de México en Bolivia, en donde se encuentran nueve personas que formaron parte del gobierno del depuesto mandatario Evo Morales, entre ellos, cuatro a quienes se les había girado orden de aprehensión posterior a que México les otorgara el asilo político en la sede.

Ayer Jeanine Áñez, ordenó la salida del país de la embajadora de México, María Teresa Mercado; así como de la encargada de Negocios y del cónsul de España, Cristina Borreguero y Álvaro Fernández, respectivamente.

Tras conocer el anuncio de Áñez, España respondió “en reciprocidad al gesto hostil” de Bolivia y ordenó la expulsión de tres diplomáticos bolivianos acreditados en Madrid en menos de 72 horas. Según medios españoles, entre ellos se encuentra el encargado de Negocios de la embajada boliviana en España, Luis Quispe Condori.

El actual gobierno boliviano está tomando el camino equivocado del abismo totalitario. Cuentan con presos políticos y pretenden hacerse de más, tratando de encarcelar a quienes se encuentran asilados, como los nueve que permanecen en la embajada mexicana, violando así el derecho internacional.

Cuando en realidad tendrían que estar preparando las elecciones que solucionarían este grave conflicto, que provoca violaciones a los derechos humanos y acoso de la oposición que aún se resiste al golpe de Estado.

Las arrebatadas decisiones y acciones de la ultraconservadora Jeanine Añez, una ex presentadora de televisión que después de que militares exigieron la renuncia del primer mandatario indígena de ese país sudamericano, llegó al Palacio de Gobierno con una Biblia entre sus manos, revela revela su naturaleza y falta de legitimidad.

Y como ha venido ocurriendo, el expresidente Felipe Calderón aprovecha las crisis y problemáticas a las cuales se enfrenta el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, para atacar y descalificar, aunque lo hace de una forma bastante torpe, pues es capaz de apoyar a personajes tan racistas como Añez y Tuto Quiroga, quienes se distinguen por su virulencia política, al más puro estilo de Donald Trump.

Contrario a la reacción de España, que de forma inmediata retiro a los diplomáticos bolivianos, el gobierno mexicano de una forma firme pero mesurada aseguró que no existen intenciones de romper relaciones diplomáticas con el gobierno de facto de Bolivia.

Francamente los acontecimientos y las consecuencias derivadas de los últimos días, habla más de la desesperación de Jeanine Añez y compañía, que del gobierno de la 4T,  revela su falta de legitimidad, que la conducen a actuar cegada por la ambición y sinrazón.