Estrella, cometa, meteorito y meteoro

Chispitas de lenguaje jueves

Gracias a un cuento de un conocido, recordé las diferencias entre estrella, cometa, meteorito y meteoro. Con gusto lo comparto.

Los cuerpos celestes reciben el nombre por su desempeño en el Cosmos.

Estrella procede del vocablo latino stella. Se refiere a «cada uno de los cuerpos celestes que brillan en la noche con luz propia», nos informa el Diccionario de la lengua española, DLE. Los que carecen de luz propia y solo la reflejan, son planetas. Su luminosidad se debe a que el material que les envuelve suele devolver la luz del sol en varias direcciones. También hay estrellas sin luz. Estas últimas son las enanas negras que por su baja temperatura no la emiten. Los otros cuerpos sin brillo son rocas orbitando en el Universo.

Cometa nos llega del vocablo griego aplicado a la cabellera larga. Ello debido a la forma de recoger el cabello en un punto y dejarlo caer hacia atrás. Los cometas parecen tener luz propia, pero en realidad también es un fenómeno de refracción. La característica de este cuerpo celeste es que se desplaza siempre con una estela. El tamaño de esa aparente cabellera depende de la cantidad de material que rodea a su núcleo o cuerpo. Ese material se halla en forma de hielo, conformado por pequeños cristales, o gas. Su composición puede ser muy variada: agua, amoniaco, dióxido de carbono, monóxido de carbono y metano.

Por último, meteoro y meteorito son sinónimos… en parte. Meteorito es una voz derivada de meteoro.

La palabra meteoro tiene en el diccionario oficial dos acepciones: 1. (para la astronomía). Cuerpo celeste que penetra en la atmósfera terrestre. 2. (para la meteorología). Fenómeno atmosférico, que puede ser aéreo, como los vientos; acuoso, como la lluvia o la nieve; luminoso, como el arcoíris, el parhelio o la paraselene; y eléctrico, como el rayo y el fuego de Santelmo.

En tanto, el vocablo meteorito, solo tiene una acepción: «Fragmento de un cuerpo celeste que cae sobre la Tierra, o sobre un astro cualquiera» y, por tanto, es una voz de uso astronómico.

El vocablo meteoro viene del griego μετέωρος y se refirió a lo que viene de arriba (significa «fenómeno en el cielo»). El cielo, para lo griegos empezaba de nuestras cabezas hacia arriba. De ahí que, en un principio, se refirió a los acontecimientos inmediatos (lluvia, vientos, rayos) y más adelante también comprendió lo que viene de más allá de nuestras cabezas, como alguna roca procedente del cielo (a diferencia de la arrojada por alguien).

He ahí la necesidad de diferenciarlos y de aplicar con preferencia a una ciencia. Serán sinónimos porque meteoro se usa en astronomía y en las ciencias del ambiente, pero es preferible usar meteoro para los fenómenos de cierta magnitud en el clima, como huracanes, tornados, vientos fuertes, tormentas eléctricas, lluvias torrenciales e, incluso, auroras boreales. En tanto meteorito, con un solo significado, aplica en astronomía solo para las rocas procedentes del espacio y que caen en un cuerpo celeste, no solo en nuestro planeta.

sorianovalencia@hotmail.com

 

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