DE CUBREBOCAS A CUBREBOCAS Y DEL FIN DE LA VERDAD

JOSE CARLOS GUERRA AGUILERA.
“De México es originario el maíz, esa planta bendita
y somos la nación que más importa maíz en el mundo.”
1 de diciembre de 2018. Señor López.
1.- Un célebre columnista a historiador escribió: “¿Arderá México? ¡Que arda!, siempre y cuando AMLO pueda concluir su transformación orientada a devastar la economía, a la sociedad, a la educación y a la salud, como lo ha venido haciendo con singular éxito desde que llegó al poder para la tragedia de México. ¿Arderá México? Lo veremos, horror de horrores, después del 8 de junio, cuando Kamala Harris vuele de regreso a Washington… A nadie le conviene la instalación de una dictadura en México, ni a los morenistas. Quien incendia una pradera puede perecer devorado por el fuego…”
2.- Me llama la atención la expresión: “Lo veremos, horror de horrores, después del 8 de junio, cuando Kamala Harris vuele de regreso a Washington…” que coincide con mi columna DE VISITAS A VISITAS.
3.- ¿Por cierto, quien usará en la célebre entrevista cubre boca? Seguro la señora Harris lo usará y casi seguro el señor López no lo usará.
4.- Aun cuando quizás sería bueno que la señora Harris no lo use, para hablar claro y entendible y ojalá el señor López lo use para medir sus palabras y para que no vuelva a acusar a la Embajada de Estados Unidos de repartir maíz con gorgojo, a propósito de sus despropósitos.
5.- Supongo que la señora Harris no se irá con las manos vacías a Washington, y menos con un puño de maíz criollo, ni con palomitas de maíz.
6.- Cuando el señor López habló en su asunción presidencial escribí: “El ser humano encanta con las palabras, seduce, emboba. Según su uso, su fuerza, su tono, redundará de una manera o de otra, siempre tratará de atrapar, de sugerir, de cambiar voluntades, de seducir, de convencer, de transportar una ideal al cerebro del receptor y que ésta se reproduzca.
7.- Quienes tienen el llamado “don” de la palabra hacen que las muchedumbres se enamoren de ellos. De forma instintiva también reconocemos las palabras que nos mienten y las que nos convencen.
8.- Ante el desfile de palabras y frases, queda nuestra duda y nuestra esperanza. Una sola persona no podrá verificar todo lo que ofrece, dice y promete. Y me pregunto dónde será la bodega del viento, ya que, se dice, las palabras se las lleva el viento…”
9.- Muchas palabras disfrazadas de verdades. En ese tiempo me topé con un regalo inquietante: el ensayo periodístico aparecido en el periódico EL PAIS, y en otro a nivel nacional, del 22 de enero de 2018, denominado “El fin de la verdad” escrito por Antonio Navalón, que no me resisto a ponderar y textualizar: “Hay una cosa peor que no tener libertad y es la libertad simulada. Hay una cosa peor que la mentira frente a la verdad y es la falsa verdad. Vivimos en una época en la que hemos confundido el conocimiento circunstancial y dirigido —es verdad que masificado— con las verdades explicadas y asumidas. Donald Trump se ha convertido en una figura emblemática del siglo XXI. Pero su victoria también es el fracaso de la verdad en el mundo moderno.” Proféticas palabras.
7 de junio de 2021.