Crece la cuota de sangre
Celaya, Gto., febrero 25 de 2020.- De nueva cuenta y en lo que ya es considerado como un día “normal”, sigue la interminable racha de ejecuciones en esta ciudad. A las 16.00 horas ya se habían registrado dos.
El primero de los casos fue un hombre murió cuando recibió disparos con arma de grueso calibre que le descargaron un grupo de sicarios que llegó a su vivienda, en la colonia Las Insurgentes, este martes por la madrugada.
De acuerdo con versiones de algunos vecinos, el comando de delincuentes llegó a una vivienda ubicada en la calle tercera de Madero, de Las Insurgentes, cerca de las tres de la mañana, y comenzaron a patear la puerta para tratar de abrirla.
Como no pudieron abrirla, hicieron varias ráfagas contra la vivienda, las cuales mataron a un hombre que estaba en su interior.
Ahí mismo habitan varias personas, entre ellas niños, quienes al parecer no sufrieron lesiones salvo las crisis nerviosas propias del atentado.
ASESINARON A OTRO CARNICERO EN EL MERCADO 12 DE OCTUBRE
Por otra parte, y a casi un mes de la muerte a balazos de un locatario en el mercado 12 de Octubre, este medio día otro tablajero falleció también víctima de un ataque que hicieron dos sicarios, quienes después de disparar sus armas huyeron.
La carnicería se ubica en el interior del mercado ubicado sobre la avenida Torres Landa esquina con 12 de Octubre, a un lado de la gasolinera.
Los hechos ocurrieron poco antes del mediodía en la carnicería “Don Cuco”, en la que el occiso al parecer era el propietario, quien cayó con dos tiros en el pecho.
Los delincuentes llegaron al interior del mercado y al tener al frente a su víctima, un hombre de unos 45 años, simplemente dispararon sus armas para salir corriendo, aunque no se precisó el vehículo en el que huyeron.
Testigos dijeron Recordar que hace casi un mes, en la misma área de locales otro tablajero murió a balazos, mientras en compañía de otra persona, departían en la carnicería, cuando llegaron unos sujetos y le dispararon.
Su compañero al parecer resultó lesionado, porque los sicarios iban por su víctima, de la que se cree, no quiso pagar piso o protección.
