Convocatoria de la CEM para un Diálogo Nacional por la Paz; advierte: Hay territorios gobernados por la delincuencia
CDMX 3 de abril de 2023.- Ante el sostenido y elevado incremento de las muertes violentas y la inseguridad pública en el país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lanzó una convocatoria para realizar un Diálogo Nacional por la Paz, convocatoria en la cual señalan que algunos territorios son gobernados por la delincuencia.
Este evento tendrá lugar del 21 al 23 de septiembre en la Universidad Iberoamericana de Puebla, con el fin de elaborar una agenda nacional de paz y articular iniciativas locales a favor de ella.
Mediante un comunicado, los obispos advierten que las acciones delictivas ponen en riesgo la convivencia social, la democracia, la economía, el medio ambiente y el bienestar.
Agrega, que la compleja realidad que registra México requiere de una reflexión profunda en un diálogo que incluya a todos los sectores de la sociedad para construir condiciones de paz en los distintos territorios del país.
“Es tiempo de convocar a los especialistas, de conocer las mejores prácticas locales, escuchar a las víctimas, a los indígenas, a los migrantes y tomar en cuenta a quienes han logrado sostener bajos índices delictivos”.
También es necesario –dicen- conocer las expresiones de las iglesias y a quienes participan en los conversatorios por la paz y en los foros de justicia y seguridad.
Establecen que la injusticia en México ahora se ha manifestado en la tragedia sufrida por migrantes extranjeros en el incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez, ante la irresponsable omisión de las autoridades.
Los obispos recuerdan el asesinato de los padres Javier Campos y Joaquín Mora en la Sierra Tarahumara, catalogándolo como un lamentable homicidio más que se suma a la larga lista de inocentes que por la violencia han perdido la vida en el territorio nacional.
Haber encontrado sin vida al principal responsable del asesinato de los jesuitas, muestra cómo algunos territorios son gobernados por economías criminales, que han crecido ante el descuido de los tres órdenes de gobierno, subrayan en su mensaje.
Este caso es “emblemático de la violencia y de la descomposición social en que vivimos, ahí encontramos la ceguera de quien con un arma se siente todopoderoso, la corrupción institucional y la impunidad que dejó escalar los niveles de la delincuencia y la pérdida de los sistemas comunitarios capaces de regular los comportamientos”.