Comas y puntos
Pero si la oración original –donde la coma se usa como enlace de oraciones– la complico con otros usos de la coma, el texto ya no resulta tan sencillo: «Se realizó, no sin poco esfuerzo, el informe, pero no fue firmado hasta su revisión exhaustiva». Aquí en la primera oración simple he usado una coma de explicación, después le sigue la coma de unión de oraciones. No obstante, aún se puede entender.
Ahora complico más el enunciado: «Se realizó, no sin poco esfuerzo, el informe, pero no fue firmado hasta su revisión exhaustiva, cuidadosa, detallada y puntual». El enunciado se ha vuelto caótico. El uso de las comas en sus diferentes modalidades ha provocado la introducción de otros datos en las oraciones simples. Es común la tentación del redactor de dar mucha información en cada enunciado, de saturar las oraciones. Entonces el cerebro del lector debe saltar de un punto focal a otro.
Si a ello se suma que muchos redactores unen no solo dos oraciones (mediante la coma de enlace), sino varias; el asunto entonces ya está fuera de todo control. Es decir, que no es raro observar cómo muchas personas al redactar enlazan más de dos oraciones con la coma.
Para facilitar la lectura, la recomendación es enunciar oraciones simples (un solo sujeto y predicado) y una de las modalidades de coma en caso necesario, aunque fueren diferentes en cada enunciado. Así el texto será más fácilmente comprensible. El esfuerzo comprensivo e interpretativo del lector no se complica: «Se realizó, no sin poco esfuerzo, el informe. No fue firmado hasta su revisión exhaustiva, cuidadosa, detallada y puntual».
También así es más fácil al propio redactor organizar las ideas y jerarquizarlas al exponer al lector. Porque, debemos recordar, redacción etimológicamente es ordenar.
sorianovalencia@hotmail.com
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